lunes, 27 de marzo de 2017

VISITAS AL BEBÉ

O para mi gusto el título más bien tendría que ser TEMIDAS visitas al bebé.
Mi madre tal como lea esta última parte, seguramente se enfade y piense que soy una rancia, pero realmente en ocasiones las visitas son tremendamente pesadas y largas…muyyyyy laaarrgasSS!

Cuando iba a las clases de preparación al parto recuerdo una frase que me comentó la matrona, porque yo ya era bastante rancia a las visitas sin ser mamá:
-Lorena, las visitas mejor en el hospital, que serán más rápidas que en casa, ya que el parking es de pago, y el bolsillo le duele a todo el mundo.

Y que santa razón tenía!!!

Yo entiendo las ganas que la sociedad tiene de conocer a tú bebé; pero la gente a veces no recuerda que ese bebé con esa cabeza y esos kilitos ha salido recientemente por tu chumino. Que en el mejor de los casos has tenido un parto rápido y sin desgarro; y en el peor, te has tirados más de 24 horas borrando el cuello del útero, has desgarrado por completo en el momento del parto, o incluso que haya terminado en una cesárea de urgencia.
Se les olvida, que al ser mamá primeriza esos ojos acusadores no ayudan a sentirte mejor; que el bebé quizás no quiera agarrarse al pecho, y aunque lo haga, quizás que todos te estén observando tampoco ayuda a que la situación mejore(esa teta es tuya!!).
Las voces, el entrar y salir, las risas y el explicar constantemente como ha ido el parto agota hasta al bebé, sin olvidar por supuesto, que estás sangrando como una loca y que a ti misma te da un asco tremendo; que te puede dar pánico ir al baño por el dolor de los puntos y que tienes unas ganas locas de cagar, pero sabes de sobras que no quieres sentir como molestan esas queridas y nuevas amigas las hemorroides.
Todo eso es lo que siente una madre, que no tiene un manual de instrucciones y que no quiere que su bebé huela a babas de nadie que está besuqueando a tu retoño.

Lo sé, es desagradable por mi parte….pero es la pura realidad. También os diré que muero de amor con las visitas de mis familiares más directos y mis amigos…obvio, no soy tan rancia; pero sí que es verdad que ellos me conocen tan bien, que en el supuesto caso que me sintiese incómoda/cansada/o malhumorada no tendrían más que mirar mi cara para saber que la visita debe acabar. Eso por desgracia no pasa con todo el mundo y te miran raro si al preguntarte cómo estás; contestas que cansada y hasta el mismísimo de aguantar visitas durante toda la tarde(ellos incluidos).  

Sí, lo reconozco esa afirmación la hice yo…..parece que mi cara de: me muero de sueño, estoy agotada y quiero sentarme en mi puñetero sofá con mi marido y mi hija, SOLOS,  no la terminaban de reconocer.

No os sintáis mal al decirle a alguien que ya conocerán a tu bebé en unas semanas, tampoco os sintáis mal por pedir que no se acumulen en casa, o incluso que las visitas no duren más de 20 minutos. Vosotras ponéis las normas, ni los papás tienen ese derecho….
Creo que la primera regla para las futuras mamis, es que ese primer mes, que por suerte el papi está en casa(desde enero de este 2017), debe de ser sagrado para vosotros tres. 
Entrad y salid, dormid cuando duerma el bebé o turnaos, como os vaya mejor. Arreglad papeleo (que no es poco) y evitad virus a ese bebé tan pequeñito.

Creo que no es de locos pedir ese mes por la adaptación del bebé, recordad que se ha tirado 9 meses calentito y tranquilo dentro de tu pancita; luego ha sufrido el trauma de nacer y ahora está luchando por adaptarse a un nuevo medio, a una nueva vida.

Y sobretodo, y mis mejores reglas: las VISITAS no pueden ser nunca después de las 18horas y nunca NUNCA los domingos; el domingo, como dijo el señor, se hizo para descansar!!!





  


No hay comentarios:

Publicar un comentario