O para mi gusto
el título más bien tendría que ser TEMIDAS visitas al bebé.
Mi madre tal como
lea esta última parte, seguramente se enfade y piense que soy una rancia, pero
realmente en ocasiones las visitas son tremendamente pesadas y largas…muyyyyy
laaarrgasSS!
Cuando iba a las
clases de preparación al parto recuerdo una frase que me comentó la matrona, porque yo ya
era bastante rancia a las visitas sin ser mamá:
-Lorena, las
visitas mejor en el hospital, que serán más rápidas que en casa, ya que el
parking es de pago, y el bolsillo le duele a todo el mundo.
Y que santa razón
tenía!!!
Yo entiendo las
ganas que la sociedad tiene de conocer a tú bebé; pero la gente a veces no
recuerda que ese bebé con esa cabeza y esos kilitos ha salido recientemente por
tu chumino. Que en el mejor de los casos has tenido un parto rápido y sin
desgarro; y en el peor, te has tirados más de 24 horas borrando el cuello del
útero, has desgarrado por completo en el momento del parto, o incluso que haya
terminado en una cesárea de urgencia.
Se les olvida,
que al ser mamá primeriza esos ojos acusadores no ayudan a sentirte mejor; que
el bebé quizás no quiera agarrarse al pecho, y aunque lo haga, quizás que todos
te estén observando tampoco ayuda a que la situación mejore(esa teta es tuya!!).
Las voces, el
entrar y salir, las risas y el explicar constantemente como ha ido el parto
agota hasta al bebé, sin olvidar por supuesto, que estás sangrando como una
loca y que a ti misma te da un asco tremendo; que te puede dar pánico ir al
baño por el dolor de los puntos y que tienes unas ganas locas de cagar, pero
sabes de sobras que no quieres sentir como molestan esas queridas y nuevas
amigas las hemorroides.
Todo eso es lo
que siente una madre, que no tiene un manual de instrucciones y que no quiere
que su bebé huela a babas de nadie que está besuqueando a tu retoño.
Lo sé, es
desagradable por mi parte….pero es la pura realidad. También os diré que muero
de amor con las visitas de mis familiares más directos y mis amigos…obvio, no
soy tan rancia; pero sí que es verdad que ellos me conocen tan bien, que en el
supuesto caso que me sintiese incómoda/cansada/o malhumorada no tendrían más
que mirar mi cara para saber que la visita debe acabar. Eso por desgracia no
pasa con todo el mundo y te miran raro si al preguntarte cómo estás; contestas
que cansada y hasta el mismísimo de aguantar visitas durante toda la tarde(ellos
incluidos).
Sí, lo reconozco
esa afirmación la hice yo…..parece que mi cara de: me muero de sueño, estoy
agotada y quiero sentarme en mi puñetero sofá con mi marido y mi hija, SOLOS, no la terminaban de reconocer.
No os sintáis mal
al decirle a alguien que ya conocerán a tu bebé en unas semanas, tampoco os
sintáis mal por pedir que no se acumulen en casa, o incluso que las visitas no
duren más de 20 minutos. Vosotras ponéis las normas, ni los papás tienen ese
derecho….
Creo que la
primera regla para las futuras mamis, es que ese primer mes, que por suerte el
papi está en casa(desde enero de este 2017), debe de ser sagrado para vosotros
tres.
Entrad y salid, dormid cuando duerma el bebé o turnaos, como os vaya
mejor. Arreglad papeleo (que no es poco) y evitad virus a ese bebé tan
pequeñito.
Creo que no es de
locos pedir ese mes por la adaptación del bebé, recordad que se ha tirado 9
meses calentito y tranquilo dentro de tu pancita; luego ha sufrido el trauma de
nacer y ahora está luchando por adaptarse a un nuevo medio, a una nueva vida.
Y sobretodo, y
mis mejores reglas: las VISITAS no pueden ser nunca después de las 18horas y
nunca NUNCA los domingos; el domingo, como dijo el señor, se hizo para
descansar!!!
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